martes, 30 de agosto de 2011

Sin querer

No quiero seguir queriéndote simplemente por hacerlo.
No quiero seguir asumiendo la vida en término de nosotros, ni seguir utilizando la mancha en la pared para emprender un viaje a los momentos que no hemos vivido y ya con esta división veo difícil hacerlo. No quiero ni acepto que mi habitación sea una trinchera en donde lo único que queda soy yo con mis jóvenes canas.
Quiero mi conciencia limpia. Dejar de ser el protagonista de este teatro. Quiero quedarme ausente, omitir a los demás. Hacer un viaje a lejanas pieles.
No quiero seguir queriéndote simplemente por hacerlo.

Autor: Boaz Fariñas

lunes, 22 de agosto de 2011

Tú piel

Tus manos, manantiales de caricias baratas pero necesarias. Seducción que mezcla el negro y el blanco, reclusorio de mis intimidades, mentirosas pero santas, mudas y llenas de la conversa silente, con ellas me has sido infiel.
A tus manos las extrañan mis intimidades nocturnas.
Tus labios, "laberinto de palabras", escondite y reten de los míos, ajenos e improbados, tus labios, a esos mismo a los que les escribo no están.
Tus pechos, montañas imposibles de escalar, tus pechos, manantiales de vida, tus pechos, incienso apagado.
Tus piernas, razón de estas líneas, geografía conocida, tus piernas, causa de mis idioteces, hacen falta desde donde nacen, ambrosia de este escritor.
Tus oídos, mis cómplices, refugio de mis palabras.
Tú ausencia, verdad mañanera, realidad nocturna. Tú ausencia, soledad repetida.
Tú cuerpo razón de el siguiente poema.

Autor: Boaz Fariñas
Del libro "Reflexiones Prosaicas".
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domingo, 14 de agosto de 2011

Benedetti


Benedetti fue un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del '45. Es autor de libros como La Tregua y Gracias por el fuego, entre otros. Corazón coraza, Currículum, Defensa de la alegría, El Sur también existe, Hagamos un trato, Los formales y el frío, No te salves, Táctica y estrategia, Viceversa y Yo no te pido son algunos de sus poemas más famosos. Su lenguaje sencillo, para que sus obras puedan ser accesibles a todo el mundo, además de combinar con su propia personalidad, tiene defensores y detractores. Actualmente es uno de los poetas más consultados a nivel mundial.




Asunción de tí

Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.

Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

Puedes querer el alba
cuando ames.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu dueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.
Esta noche, otra noche
tú estarás
y volverá a gemir el tiempo giratorio
y los labios dirán
esta paz ahora esta paz ahora.
Ahora puedes venir a reclamarte,
penetrar en tus sábanas de alegre angustia,
reconocer tu tibio corazón sin excusas,
los cuadros persuadidos,
saberte aquí.
Habrá para vivir cualquier huida
y el momento de la espuma y el sol
que aquí permanecieron.
Habrá para aprender otra piedad
y el momento del sueño y el amor
que aquí permanecieron.
Esta noche, otra noche
tú estarás,
tibia estarás al alcance de mis ojos,
lejos ya de la ausencia que no nos pertenece.
He conservado intacto tu paisaje
pero no sé hasta dónde está intacto sin ti,
sin que tú le prometas horizontes de niebla,
sin que tú le reclames su ventana de arena.
Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí.

Autor: Mario Benedetti

jueves, 11 de agosto de 2011

No es que muera de amor

" Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.


Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
Inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos. "

Jaime Sabines
De Poemas sueltos

martes, 9 de agosto de 2011

Espantapajaros

Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo, un cutis de durazno o de papel de lija le doy una importancia igual a cero, al hecho de que de que amanezcan con un aliento afrodisiaco o con un aliento insecticida.

Soy perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer puesto en una exposicion de zanahorias, ¡pero eso si!

y en esto soy soy irreductible- no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar.
¡Si no sabes volar pierdes el tiempo conmigo!

Autor: Oliverio Girondo
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domingo, 7 de agosto de 2011

Me gusta

Me gustan tantas cosas pero he llegado a odiar la soledad, me gusta el cafè de las 5:30 con todo lo impuntal que me he convertido, me gustan los recuerdos que quedan permanentes, tambien una imprudencia nocturna me gusta, me gusta creer en el futuro con todo y que es solo una promesa...


Autor: Boaz Fariñas Eisenberg


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El último poema

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
Comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales
y menos imaginarios
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iba a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.

Y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
pero ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo

Falsamente atribuido a Jorge Luis Borges

Unicornio


Se esta muriendo el unicornio azul... El que salio del bosque aquel dia lluvioso... Se muere y lo esta haciendo despacio... Tenia tantos caminos pendientes por recorrer pero lo mato el engaño...

Autor: Boaz Fariñas

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Refugio

Me refugio en Di-s y las letras, las letras serán mis cómplices, serán mis amigas y amigas de quien quiera leerme, compartiremos café, nicotina y algo de alquitrán si es necesario. Me refugio en el nuevo bastión, el escondite perfecto del poeta solitario, me refugio porque no hay otro espacio en este destierro voluntario del que soy parte, en esta ausencia de patria que ahoga, en este abandono de piel que me llena de una profunda melancolía…
Autor: Boaz Fariñas
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Lo dice una marioneta de trapo...

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero, en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón...
Escribiría mi odio sobre el hielo y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna.
Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas y el encarnado beso de sus pétalos.
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida.
No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.
Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo aprendiese a volar.
A los viejos, a mis viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres.
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.
He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Falsamente atribuido a García Marquez

El amor y la amistad, segun Borges...

El camino del encuentro

Ella y yo hacíamos el amor diariamente.
En otras palabras, los lunes, los martes y los miércoles hacíamos el amor invariablemente...
Los jueves, los viernes y los sábados, hacíamos el amor igualmente...
Por último los domingos hacíamos el amor religiosamente...
Hacíamos el amor compulsivamente.
Lo hacíamos deliberadamente.
Lo hacíamos espontáneamente.
Hacíamos el amor por compatibilidad de caracteres, por favor, por supuesto, por teléfono, de primera intención y en última instancia, por no dejar y por si acaso, como primera medida y como último recurso.
Hicimos el amor por ósmosis y por simbiosis: y a eso le llamábamos hacer el amor científicamente.
Pero también hicimos el amor yo a ella y ella a mí, es decir, recíprocamente.
Y cuando ella se quedaba a la mitad de un orgasmo y yo con el miembro convertido en un músculo fláccido no podía llenarla, entonces hacíamos el amor lastimosamente.
Lo cual no tiene nada que ver con las veces en que yo me imaginaba que no iba a poder y no podía, y ella pensaba que no iba a sentir y no sentía, o bien estábamos tan cansados y tan preocupados que ninguno de los dos alcanzaba el orgasmo.
Decíamos entonces, que habíamos hecho el amor aproximadamente.
O bien a Estefanía le daba por recordar las ardillas que el tío Esteban le trajo de Wisconsin que daban vueltas como locas en sus jaulas olorosas a creolina, y yo por mi parte recordaba la sala de la casa de los abuelos con sus sillas vienesas y sus macetas de rosas esperando la eclosión de las cuatro de la tarde...
así era como hacíamos el amor nostálgicamente, viniéndonos mientras nos íbamos tras viejos recuerdos.
Muchas veces hicimos el amor contra natura, a favor de natura, ignorando a natura.
O de noche con la luz encendida, o de día con los ojos cerrados.
O con el cuerpo limpio y la conciencia sucia.
O viceversa.
Contentos, felices, dolientes, amargados.
Con remordimiento y sin sentido.
Con sueño y con frío.
Y cuando estábamos concientes de lo absurdo de la vida y de que un día nos olvidaríamos el uno del otro, entonces hacíamos el amor inútilmente.
Para envidia de nuestros amigos y enemigos hacíamos el amor ilimitadamente, magistralmente, legendariamente.
Para honra de nuestros padres, hacíamos el amor moralmente,
Para escándalo de la sociedad, hacíamos el amor ilegalmente.
Para alegría de los psiquiatras hacíamos el amor sintomáticamente
Hacíamos el amor físicamente, de pie y cantando, de rodillas y rezando, acostados y soñando.
Y sobre todo, y por la simple razón de que yo lo quería así y ella también hacíamos el amor voluntariamente...
Jorge Bucay libro "El camino del encuentro"

El lado oscuro del corazon

Tanta soledad mata

Por: Boaz Fariñas

Después de subir sesenta y siete escaleras, y tropezando piedras que levantan polvo, llegue a la ultima guarida del día, sin que nadie me espere, los objetos en mi aparte, están formando un desorden digno de un hombre solo, que no tiene ni tiempo para quitarse la barba y acomodar el desastre que su soledad provoca.
En este antes, estoy describiendo lo que me calla, esperando solo escucharte a ti decidiendo ser una bestia callejera, yo tratando de escapar de la cárcel en la que me encantaría vivir preso.
Sobre esta mesa en la que acomodo letras está el corazón de un mujer que no conozco, lo encontré en un montón de recuerdos que estaban en la basura de alguna marioneta que ya no quiere sentir, en este pequeño lugar te estuve pensando anoche, viendo transformarte solo te deje marchar para que luego vuelvas, lo único que se queda siempre es el desorden hecho con tazas de café vacías, ropa sucia, libros, fotos y pensamientos debajo de la cama, ese es el mejor lugar para no buscarte.
Solo lo que tiene aparente orden son estas paredes, todo está tan viejo que el humo de la nicotina todavía se la pasa moviéndose de un lugar a otro, (hace seis meses que no fumo). Por ahora lo que cubre todos estos vacíos, es el sonido de lluvias que caen cuando el tiempo pasa sin ti, anoche te deje marchar.
En las ocasiones que sale el sol, muy de mañana, desciendo sesenta y siete escaleras y vuelvo a golpear las piedras y el polvo se vuelve a levantar, cerca de aquí no estas, solo me acompaña mi enemiga invisible, la asesina soledad.
Tomado del libro "Reflexiones Prosaicas"...

Una historia de prostitución

Por: Boaz Fariñas

El transito estaba agitado y en el estribo del transporte urbano una prostituta, que se dejo alcanzar por las gotas del agua que decidió lavarle el sucio a las calles, y dejo destilar algunas gotas en el cabello pecador. El olor a tierra mojada se pasea en el ambiente, el calor se ve obligado a marcharse a lugares áridos. Las primeras pisadas del viejo Shemael se detuvieron esa mañana para tratar de verle el trasnocho a la prostituta, entre el lapso meditatorio y sus próximos pasos un silencio y se les llenaron de humedades los zapatos, pensó – la noche le quito la pintura a los labios y le alboroto el cabello, le puso unas ojeras que le quedan bastante mal, esa es una de las tantas historias que se mojan con esta lluvia - en eso pensaba. Callaba mientras que observaba una gota de lluvia del abril caluroso en el que estaba, y se veía en el espejo, gracias a un amigo en ese momento no estaba fumando, en esa callada expresión llego asociar a pecado con urbano.
La mañana anterior, cuando pasaba por el hotel dos amantes salían, y casi todas las mañana le pasa lo mismo, pero los amantes son distintos, no dejo de pensar, en la mirada de la prostituta,, la primera que le producía lastima y tristeza comulgo con su trasnocho, pero siguió caminando, se metió una mano dentro del pantalón, consulto con el tiempo disponible, se rasco un poco la barba y decidió que era hora de tomar café, le pareció extraño tal decisión, pero estaba convencido que en el viejo lugar no habría tanto pecado, como en la calle, además el frió  que empezaba a sentirse aumentaba el extrañar de una tasita del marroncito que ya a estas horas de la mañana habría saboreado, poco a poco y entre charcos llego a el lugar, se sentó en la mesa de siempre y al rato llego Ricardo, uno de sus amigos que presumía ser poeta con apenas veinticinco años mal vividos.
-Buenos días ¿Cómo anda todo? - pregunto el amigo, el viejo Shemael se sincera un poco respondiendo – es que la lluvia lo pone a uno medio pendejo, me quede viendo a una de las prostituta de la esquina libre, y medio fue lastima, Ricardo le interrumpe – asco, asco es que me dan a mi, que asco de verdad me dan, pero en fin de cuentas estamos bien aquí, solo hace falta una muchacha hermosa para empezar a escribir una historia alegre como siempre lo
hacemos -.
Shemael estaba en el limbo, tenia la mirada perdida pero fija en el suelo, como tratando de ver otro color en el gris cemento del piso, Ricardo le pone la mano en el hombro le sacude diciendo – ¡epale reacciona! No me digas que la prostituta esa te puso a divagar - Shemael le responde – no vale me preguntaba sobre lo rápido que le pasa a uno la vida. El desfile de personajes, las veces que nos sentamos acá, las tantas tazas del café que siempre fue el mismo, los momentos que nos sentamos aquí a cantarle a las muchachas perfumadas con canela y chanel, pero jamás hemos invitado ni le hemos cantado a una prostituta Ricardo responde airadamente – yo sabia que era la prostituta-.
Shemael asentaba con la cabeza diciendo – no en serio, te pones a ver ¿que tiene de malo?, ni siquiera una rosa le hemos dado-.
En el sonido de fondo se fusionaban, la lluvia y la música de cabaret, que sonaba en un radiecito pequeño puesto sobre un estante de madera, de las siete mesas solo dos estaban ocupadas.
Las calles vacías, y de las tazas de café salía vapor, un vapor que dejaba envolver por el frío solo para ser un poco más claro.
-Nada mas ayer musitabas- dice Ricardo en un tono un poco irónico – me pregunto ¿que será de tus labios? La ultima vez que los vi estaban vestidos de fresas, que acaso ¿se te olvido eso?, era parte de tu nuevo poema maestro – Shemael chasquea un poco y dice – eso es otra cosa, además siento  el espíritu un poco jorobado, barba ya esta apunto de sucumbir ante la navaja, mis labios casi olvidan lo que es un beso, y esta noche va a ser frío y tendré que dormir solo con recuerdos, y se suma la vejez que tengo, la verdad es como te dije, la lluvia conspira con la soledad y lo hace con alevosía y premeditación y no veo mal en un tono un poco mas serio, que me sienta así –.
El viejo Shemael estaba con los dedos entre cruzados, mirando hacia fuera como llovía y llovía con fuerza, eso aumenta la incertidumbre del anciano y sin quitar la mirada de desconcierto, se toma un poco de café, tratando de reinventarse otra conversa con Ricardo.
El agua caía a cantaros y fue formando poco a poco pequeños corredores, eso a lo lejos Ricardo lo observaba, mientras encendía un cigarrillo y tarareaba la canción del radiecito que apenas se oía hasta que poco a poco fue cesando la lluvia. La neblina empezó a recorrer las calles y a llenar aun mas de frió los punzantes pensamientos de Shemael que seguía saboreando el café, que ya estaba frío, luego coloco la taza en la mesa de madera se levanto le extendió la mano a Ricardo y le dijo – chao Ricardo, espero que estés bien, no olvides que el café no mata a nadie, lo único que mata es el rato, y de veneno temporal, y como dice la canción “la lluvia es triste y mas si ya hay tristezas”, creo que por eso es que ando así, nos veremos -.
Ricardo se quedo boquiabierto y le dice al viejo – espero que así sea, y cuidado con la prostituta esa, no te lleve a un abismo -  eso produjo una carcajada en el viejo, que le respondió a Ricardo con un – chao - camino unos pasos mas volteo y le dijo un poco mas serio – nos veremos -.
Ricardo en esos momentos sostenía el cigarrillo con sus dedos en forma de tijera Shemael le dice – deja de fumar - . Cuando termino la frase ya había llegado a la puerta se acomodo un poco la ropa y salio a la humedad callejera diciendo – Ricardo ni siquiera se imagina que esa prostituta es mi hija -.

Boaz Fariñas Eisenberg

Nació en Caracas Venezuela en diciembre de 1975. Poeta, pintor, productor radial actor y director teatral. Todo su que hacer artístico mesclado con un amor profundo por sus raíces judías, la vida de Boaz esta en las artes en general y especialmente en la literatura. Vivió en el estado Aragua Venezuela sitio donde llego a publicar su primera obra poética en Mayo del año 2001 llamada “Reflexiones Prosaicas”, en ese mismo año estuvo encargado en el Ateneo de La Victoria del taller permanente de literatura de la agrupación “Senderos Literarios”.
Participo como actor en diferentes obras teatrales tales como “Un tal Ezequiel Zamora” del dramaturgo venezolano Cesar Rengifo “Salome” de Oscar Wilde “Oficina Numero Uno” de Miguel Otero Silva “Ribas Vencedor de los tiranos” del joven dramaturgo Néstor Seijas. En el año 2004 fue convocado para participar de la “Selección poética de Senderos Literarios”. Desde el año 2005 después de su regreso a Venezuela de España fue productor del programa radial “Rock En Tiempos de Revolución” trasmitido por Radio Juventud 94.7 FM en el estado Aragua Venezuela hasta el año 2008 cuando decidió irse a vivir a Colombia donde se caso a finales de agosto de ese año.
También año el 2008 formo parte de la publicación Colombo-Venezolana llamada “Tierra Común” de ediciones La Mancha dicha publicación fue distribuida en Colombia y Venezuela en una edición limitada. Tiene un nuevo trabajo poético aun no publicado llamado “20 prosas y una canción de alegría”. En el ámbito religioso llego a ser parte de la Yeshiva para los Benei Anusim recibiendo clases de manera virtual del Rabino Yeramiel Baruch Landy formando parte de esas clases que unía a grupos de toda Latinoamérica para el estudio del judaísmo este tipo de encuentros fue promovido por Moshav abarbanel Yeshiva Sephardi School. Durante algunos meses estudio en Caracas con el Rabino Sefardí Yosef Medina. Luego estudio durante casi 7 años con el Rabino Ashkenazi Avraham Goldstein fundador de la organización Toiras Jesed la cual ayuda a personas en Latinoamérica a acercarse al judaísmo brindándole asesoría religiosa desde una óptica jasidica. Fue presidente para Venezuela de dicha organización hasta mediados del año 2009.
En el año 2010 trabajo como Mashgiaj de la Comunidad Sefardita de Antioquia. Para el año 2011 se unióal equipo de docentes del  colegio León XIII en Bello Antioquia como profesor de Ética, Religión y Hebreo, siendo además director de grupo del grado Decimo.
Actualmente forma parte de la Corporación Sefardita de Antioquia en Colombia. Y esta próximo a publicar dos libros, uno de ellos llamado “La sangre no es kosher” que trata sobre el retorno de muchos latinos al judaísmo, siendo este su primer  trabajo investigativo y el otro solo de poesía (sin nombre aun).